Este
curioso book tag consiste en elegir 10 libros y seleccionar en cada uno de
ellos una palabra de la página y la línea que te indican. Después de eso
tenemos que construir un texto sencillo y con sentido que contenga las diez
palabras que nos han salido. Sé que es un poco viejo pero me llamó un montón la atención y aquí se los dejo;
El Cronista del Norte sabía perfectamente que la suerte se le estaba acabando, aquella precisa mañana había notado el cambio en el ambiente, sobrio y denso. Casi se sentía asfixiado en su propio hogar (a lo que al cabo de un tiempo llegó a llamarle a su estrecho y sucio escondite). Cuando llegaron los oficiales en plena noche casi se sintió aliviado (casi), pero gracias al extraño presentimiento de la mañana, él ya estaba preparado. Cuando escuchó el barullo acercarse a su puerta bajó corriendo por un estrecho túnel que conectaba a su hogar con la calle trasera, llevaba consigo un bolso con suficientes provisiones como ya había planeado, pero había un fallo en su plan. Tal vez fue porque huyó con demasiada prisa, o pisó una piedra floja que hizo retumbar a las demás, haciendo suficiente ruido como para despertar a todos los del lugar, o simplemente un oficial con trenzas flojas decidió perderse toda la acción de perseguir al fugitivo y ponerse a realizar su imperiosa tarea en el momento preciso. Así que cuando salió del callejón un oficial con cara rubicunda prácticamente pareció esperarlo, pero para suerte de Cronista estaba solo. En ese momento supo lo que tenía que hacer.
Pues qué más, correr, como alma que lleva el diablo, escuchó el sonido de las balas, al principio furiosas y llenas de energía por haber sido liberadas, pero al cabo de unos segundos sonaban más bien irritadas, como si se preguntarán que idiota las profanaba lanzándolas a cualquier lugar, sin un buen objetivo al qué dar. Para Cronista era más bien un premio de consolación que ninguna bala acertara, como si el esfuerzo de volver a huir de casa trajera un tanto de suerte consigo, un oficial sin puntería que cada vez se quedaba más y más atrás, lo demostraba. Al final de la calle encontró un coche viejo en una calle desolada, y aprovechando los valiosos segundos mientras el oficial cruzaba la esquina, agarró el tomo del coche con sumo cuidado, el cual para su suerte, estaba abierto, con llave y todo. Cronista nunca terminaría de comprender la inocencia en la que vivían las personas de esos lares, pero tampoco había mucho tiempo para divagar, un par de policías le pisaban los talones y un conductor enfadado haría su aparición triunfal en cualquier momento. Encendió el carro y puso las manos en el volante, que estaba lleno de manchas y grasa, pero no le importó ¡Qué diablos le podían importar! Pisó el acelerador y manejó por las calles con la firme creencia de que si salía de esta, toda la fe depositada en él no sería en vano, que su vida realmente valía de algo.
Esto fue lo más sencillo que logré escribir, espero que
les haya gustado. Si les gustó o ustedes también realizaron este book tag pueden
dejarlo en los comentarios. ¡Saludos!
No hay comentarios.:
Publicar un comentario